Los caldos de verduras y de carne son ancestrales. Los encontramos en los recetarios de medio mundo, ya que, con algunas variantes, la base es siempre la misma.
El caldo de huesos es especialmente rico, tanto en sabor como en propiedades beneficiosas para nuestro organismo, por eso es tan normal que sea un plato que pase de generación en generación. ¿Cuántas veces las abuelas solucionaban cualquier síntoma con una taza de caldo calentito?
¿Te interesa saber por qué el caldo de huesos es tan beneficioso para nuestro organismo?
Los huesos y cartílagos que utilizamos en el caldo tienen colágeno que está formado por aminoácidos como la glicina, la lisina y la prolina, que pueden ayudar a evitar enfermedades como la artrosis, fortalecer nuestra musculatura y ayudar a la regeneración de nuestra piel.
Estos aminoácidos también trabajan para el buen funcionamiento digestivo, por eso el caldo ayuda a una mejor digestión y está indicado en episodios de gastroenteritis, diarrea, etc. ayudando también a recuperar las sales minerales, vitaminas y otros nutrientes fundamentales.
El caldo de huesos también se utiliza en dietas para perder peso porque es muy saciante y nutritivo. Una buena taza de caldo –y fuerza de voluntad– y se acabó picotear lo que no se debe. Y también relacionado con esto, otro beneficio muy interesante de este tipo de caldo es que ayuda a desintoxicar el cuerpo. En periodos en los que hemos comido demasiadas grasas saturadas, azúcares, alcohol e incluso medicación, consumir una taza al día de caldo de huesos ayudará a tu hígado a eliminar las toxinas y a limpiar tu organismo.
Una vez tenemos clara la teoría y todos los beneficios del caldo de huesos, toca ponerse manos a la obra. Te dejamos la receta de caldo de huesos de FreeFood, que encontarás en nuestro blog en el apartado de recetas. Una receta muy fácil de hacer en casa y que te servirá, además de para tomar solo, como base para salsas y guisos.
Para conseguir un buen caldo de huesos es necesario que se cocine por muchas horas. Se deja a fuego lento y que vaya haciendo chup chup para que vaya desprendiendo todas esas propiedades tan beneficiosas y se cree un caldo lleno de colágeno. Una vez enfriado el caldo, este ha de convertirse en gelatina. Observarás una capa blanca, la grasa, que la puedes retirar muy fácilmente ya que estará solidificada. Aquí encontrarás huesos para hacer caldo.
Y si lo tuyo no son las cocicinitas, navega por nuestro ecomarket donde podrás comprar el caldo de huesos listo para disfrutar en casa.
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