Poco a poco le vamos diciendo adiós a los sabrosos tomates y a los refrescantes melocotones para dar paso a las frutas y verduras de otoño que cambiarán la paleta de colores de nuestra cesta de la compra y de nuestras recetas.

Los beneficios de consumir productos de temporada y de proximidad son numerosos para nuestra alimentación, para el medio ambiente y para nuestro bolsillo, así que os animamos a introducir en vuestros menús diarios algunos de estos alimentos otoñales.

VERDURAS DE OTOÑO

Calabaza:

Quizá es la más famosa de las verduras de otoño en todas sus modalidades –calabaza potimarrón, calabaza violín o cacahuete, calabaza dulce de horno… Las podéis encontrar en FreeFood y son muy versátil a la hora de cocinar –en cremas, al horno, en chips, para hacer recetas dulces…– Añadidla en vuestra cesta de la compra y estaréis llevándoos a casa un alimento rico en fibra, potasio, betacarotenos y vitamina C. ¡No descartéis sus pepitas, asadas están buenísimas!

Acelgas: de esta verdura se aprovecha todo, tanto las hojas, que se cocinan de manera similar a las espinacas, como la penca. Tienen poco contenido calórico y son ricas en vitaminas y fibra. Olvídate de hervirlas y saltéalas con cebolla pochada, descubrirás el nuevo mundo de estas hojas verdes.

Espinacas:

Popeye consiguió que todo el mundo supiera, al menos, uno de los beneficios de esta verdura: su alto contenido en hierro. Pero también es rica en otros minerales (magnesio) y en vitaminas. Igual que las acelgas, no son nada calóricas, por lo que suelen ser muy recurrentes en cualquier plato. Salteadas con ajo o combinadas con pasas y piñones están deliciosas, y también son deales en tartas de verduras.

Puerros:

Que nunca falten en vuestra despensa, igual que las cebollas, porque enriquecen vuestras creaciones culinarias y, al mismo tiempo, os están aportando minerales como el potasio, fibra y también es antiséptico. Hay que recordar que durante siglos se consumió como planta medicinal.

Cebolla tierna:

Se trata de una cebolla joven y la gran diferencia con la cebolla ‘normal’ es que la cebolla tierna o cebolleta no forma bulbos y el sabor no es tan intenso. Consumiéndola cruda, en ensalada, por ejemplo, es como se mantienen intactos sus beneficios, entre los que encontramos sus propiedades antioxidantes, así como un alto contenido en fibra, vitaminas y minerales.

Crucíferas:

Se conoce como crucíferas a las verduras que pertenecen a la familia de las brassicas y que son importantes por sus propiedades –vitaminas, minerales…– que ayudan a seguir una alimentación saludable. Se trata de la coliflor, el brócoli, el romanesco, la col lombarda, la col kale, la col lisa y la col rizada, entre otras. Tenedlas en cuenta en vuestra próxima compra y descubrid la cantidad de recetas que podéis hacer con ellas. Por ejemplo, la coliflor cortada en arbolitos y asada con especias, aceite de oliva y sal queda espectacular.

Además de las verduras, las raíces también son un gran aliado a la hora de cocinar por su gran sabor y por todo lo que pueden aportar a nuestros platos. Aquí van algunos ejemplos.

Zanahoria:

¡Ninguna casa sin un manojo de zanahorias! Es un alimento energizante y riquísimo en betacaroteno y fortalece el pelo, la piel y las uñas. Es diurética y contiene mucha fibra, potasio y magnesio. Es una de las hortalizas más cultivadas en el mundo y se puede cocinar de cualquier manera, tanto en recetas dulces como saldas. Pensad un plato y seguro que la zanahoria encaja perfectamente.

Chirivía: es de la familia de las zanahorias, tiene mucha fibra, potasio y vitamina C y se utiliza mucho en caldos y cremas, pero podéis darle el mismo uso que a la zanahoria –teniendo en cuenta que no tienen el mismo sabor–, como por ejemplo al horno o en crema.

Remolacha:

Su intenso color y sabor terroso es fácilmente reconocible. Prácticamente el 80% de su composición es agua, de ahí su poco nivel calórico. También contiene ácido fólico, hierro, potasio y vitamina C. En crudo, aliñada en la ensalada, no pararás de comerla.

Boniato: su rasgo más característico es su sabor dulce, ¡por eso al horno está espectacular! Es un alimento rico en hidratos, betacaroteno, proteínas y antioxidantes y tiene algunas calorías más que la patata. La variedad de color naranja es la más popular, pero también existen boniatos blancos e incluso de color morado. Las chips de boniato asadas al horno le darán un giro saludable a tus aperitivos.

Apio: de sabor intenso y un poco especiado, el apio es una verdura diurética y depurativa por su alto contenido en agua, lo que hace que tenga muy pocas calorías. Dentro de la familia del apio encontramos el céleri o apio-rábano, que es una variedad de la planta del apio que se cultiva para que se consuma su raíz. Es muy aromática y le da un toque muy delicado a las cremas. Incluso puedes realizar un puré de patata añadiendo una parte de apio-rábano.

Nabo: es un alimento humilde pero que no hay que menospreciar para nada. Es una fuente importante de vitamina C, ácido fólico y calcio (sus hojas). Podéis añadirlo en sopas y cremas pero encurtido también está delicioso. Es un habitual de la gastronomía oriental.

Colirábano: es de la familia de las coles y es un alimento bajo en calorías y alto en fibra, vitaminas y minerales. Aquí todavía no es muy conocido pero se consume mucho en países del norte de Europa, tanto crudo como cocinado.

 

FRUTAS DE OTOÑO

Como habéis visto, el otoño es una gran estación en cuanto al cultivo de las verduras y lo mismo pasa con las frutas. Su variedad es tan alta que no echaréis mucho de menos las frutas de verano.

Caqui:

También se conoce como Palosanto y se consume bien maduro, cuando está tan blandito que necesitaréis una cuchara. Además de por su sabor dulce y delicioso, añadidlo a vuestro carro de la compra y os llevaréis a casa una fuente de vitamina A, C y potasio. El Persimón es una variedad de caqui de pulpa dura y crujiente. Le eliminan las astringencia del caqui (esa sensación que provoca en la boca si no lo comes el caqui lo suficientemente maduro) debido a un tratamiento con alcohol. Eso también hace que la fruta, que madura toda al mismo tiempo y enseguida se estropea, dure más y se pueda comercializar durante más meses.  Sus propiedades son similares a los del caqui clásico.

Granada:

Además de llena de simbología y mitología, la granada aporta, básicamente, agua y potasio. Estad atentos a nuestras redes sociales si queréis saber cómo se corta y come correctamente la granada.

Kiwi:

Verde o dorado, el kiwi aporta un gran contenido en fibra y es una de las frutas que más ayudan a combatir el estreñimiento. Pero no es importante solo por eso, tiene más vitamina C que la naranja, casi el mismo potasio que el plátano y también es rico en magnesio, vitamina A y fósforo. Los que vendemos en FreeFood son de proximidad, vienen de Lleida o de Navarra, dependiendo de la cosecha.

Papaya:

Además de dulce y sabrosa, la papaya también destaca por su alto contenido en vitamina C, A y en fibra y es muy digestiva porque contiene la enzima papaína.

Manzana:

Ahora ya podéis encontrar en el mercado muchos tipos de manzana de calidad (golden, fuji, roya gala…) y como dice el refrán inglés “an apple a day keeps the doctor away”, es decir, que comer una manzana al día te hace estar más sano. Y no es ficción, la manzana es la fruta más completa y saludable, ya que ayuda a combatir enfermedades cardiovasculares e inflamatorias, reduce el colesterol y ayuda a digerir mejor las grasas. Además es muy versátil, añadidla en ensaladas, en guisos y en pasteles. No defrauda.

Pera:

Más calórica que la manzana y rica en vitamina B, C, potasio, hierro y calcio. En la cocina, se adapta a platos dulces y salados casi tan bien como las manzanas.

Mandarina:

Como buen cítrico, su principal propiedad es su alto contenido de vitamina C que ayuda a las defensas y evita el estreñimiento.

Mango:

Es una de las frutas tropicales más populares y está llena de propiedades como la vitamina A y C, hierro, magnesio, es un buen diurético y también favorece la digestión.

Chirimoya: estamos ante una fruta especial, de pulpa carnosa y dulce que nos puede recordar a otras frutas y que, en España, se cultiva principalmente en la costa tropical granadina. Tiene un alto contenido en azúcares, así que no hay que abusar de ella, y es una gran fuente de energía porque es rica en carbohidratos y también en fibra y en minerales.

Castaña:

¿Os imagináis un otoño sin castañas?, crudas o asadas. Son ideales para estos días en los que hace más frío por su alto contenido en carbohidratos pero también pueden ser de difícil digestión. Entre sus propiedades encontramos minerales como el potasio, el magnesio y el calcio, lo que las convierte en un buen tentempié para los deportistas.

Uva:

No compréis uva solo para despedir el año. Esta fruta es antioxidante, diurética, tiene un alto contenido de hidratos, fibra y vitamina C, entre otras propiedades. ¡Además de tener un exquisito sabor en cualquiera de sus variedades!