Hay cosas contra las que no se puede luchar y Navidad es sinónimo de grandes comidas, cantidades bastante abundantes, mucho azúcar y alcohol. No pasa nada, ¡un día es un día!, pero si queréis tener una Navidad saludable os damos unos cuantos consejos fáciles de seguir.
- Moderación: si en nuestro día a día intentos llevar una vida sin muchos excesos gastronómicos, mantengamos la dinámica también en Navidad. Comer más no hará que disfrutemos más de las fiestas, al revés, puede hacer que nos empachemos sin necesidad.
- Variedad: si cocinas tú, haz un menú variado y sano donde estén presentes todos los nutrientes y alimentos: verduras, legumbres, carne, pescado, cereales…
- Utilizar productos ecológicos: está relacionado con el punto anterior. Además de preparar menús con recetas en las que estén presentes todos los grupos alimenticios, además te animamos a que utilices productos ecológicos. No solo por su sabor, sino porque estarás ayudando a ganaderos y a agricultores locales y pondrás tu granito de arena al cuidado del medio ambiente.
- Nada de ultraprocesados: si existe la versión natural, olvidaos de los platos preparados, congelados, ultraprocesados o similares que no nos harán ningún bien.
- Recetas caseras: y para plantarle cara a los ultraprocesados, nada mejor que lo casero. No solo los platos principales, también la salsas, los postres, las bebidas… Es mucho más trabajoso, lo sabemos, pero el resultado compensa.
- Aprovechamiento: cuando estos días de comilonas pasen, echadle un vistazo a la despensa y haced recuento de todas las cosas que no habéis gastado: pasta, quesos, pan, turrones… No tiréis nada, podéis utilizar esos alimentos para hacer platos de aprovechamiento, por ejemplo un pudín, un bizcocho de turrón blando… Encaminemos nuestro día a día hacia el residuo cero.
Comentarios