Estoy segura que, durante los últimos años, has escuchado hablar de estas tres palabras: Microbiota, prebióticos y probióticos. No me sorprende pues todo lo relacionado con la salud intestinal está en auge. En FreeFood nos encanta que estas “palabrotas saludables” se pongan de moda porque nos permiten captar más fácilmente tu atención y explicarte por qué la salud intestinal es tan importante para ti y para una marca como FreeFood. 

MICROBIOTA

Hace un tiempo hablamos de ella en el blog pero te hacemos un breve resumen. La palabra microbiota hace referencia a la comunidad de microorganismos que viven en nuestro cuerpo (tracto gastrointestinal, piel, cavidad oral y sistema genitourinario) y desempeña un papel importante en nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Que a través de una relación simbiótica (cuerpo humano – microbiota) permite mantener un equilibrio y promover la homeostasis fisiológica. Eso sí, esto no ocurre solo, hemos de poner de nuestra parte ya que los principales moduladores de la funcionalidad y composición de la microbiota son: el estilo de vida, la dieta y la edad.

Probióticos y prebióticos:

Parecen la misma palabra pero son totalmente distintas, esa “e” y esa “o” lo cambian todo. Para empezar unos están vivos y otros muertos. No te asustes, a continuación te lo explicaré mejor pero para que se te quede claro te voy a dar una regla nemotécnica que a mi me ayuda un montón para diferenciarlos. La letra “o” es de viv-o y la letra “e” es de mu-e-rto. Estoy segura que este truco te ayudará a clasificarlos rápidamente en un futuro 😉

Si nos ponemos más técnicos, la definición y la gran diferencia sería esta: Los probióticos son microorganismos vivos que confieren un beneficio a la salud del consumidor (en este caso al cuerpo humano) mientras que los prebióticos son sustratos no digeribles que promueven el crecimiento y/o actividad de los probióticos. 

PROBIÓTICOS:

Los probióticos son microorganismos vivos también llamados “bichitos buenos” que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden proporcionar beneficios para la salud del que los consume.  

¿Dónde los encuentro?

Cuando hablamos de microorganismos incluimos bacterias beneficiosas y levaduras que se pueden encontrar en alimentos fermentados como yogur, kéfir, chucrut, encurtidos, kombucha, quesos, kimchi entre muchos otros.

Eso sí, es importante saber que los probióticos no son los únicos que intervienen en la composición de nuestro ecosistema intestinal. Necesitamos también de los prebióticos. 

PREBIÓTICOS:

Los prebióticos son un tipo de fibra que no puede ser digerida por el cuerpo humano pero lo que sí puede hacer es alimentar las bacterias beneficiosas que habitan en el intestino. Podríamos decir que son la comida para los “bichitos buenos” (los probióticos). 

Por eso decimos que uno no puede vivir sin el otro porque para qué sirve tener mucha comida pero que nadie se la coma o al revés. Tener muchas bocas que alimentar pero no tener alimento. Es muy importante consumirlos juntos para mantener el equilibrio de la flora intestinal y promover una digestión saludable. 

¿Dónde los encuentro?

  • Fibras solubles: Frutas como los plátanos, manzanas, peras y frutos rojos, así como verduras como los espárragos, las cebollas, los puerros, los ajos, las alcachofas, las endivias.
  • Cereales integrales: Avena, trigo sarraceno, mijo, quinoa, trigo integral, cebada y centeno.
  • Legumbres: Lentejas, garbanzos, alubias, frijoles y guisantes.
  • Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, avellanas, pistachos, semillas de chía, semillas de lino, semillas de sésamo…
  • Raíces y tubérculos: Boniato, chirivía, todo tipo de nabo (daikon, colinabo, nabicol, rábano…), zanahoria, remolacha, cúrcuma, jengibre, chufa,  raíz de achicoria, raíz de diente de león…

 

Ahora viene lo que más nos gusta a nosotros, la comida. Parece una tontería pero como bien hemos mencionado antes, la dieta es uno de los grandes moduladores de la microbiota, es decir, que en función de nuestra alimentación, nuestra microbiota será una u otra. Será mejor o peor. Nuestra alimentación es poderosa y en FreeFood lo sabemos. Por eso nuestros menús semanales a domicilio están repletos de alimentos prebióticos como por ejemplo cereales en grano integrales, verduras de todo tipo, legumbres de calidad, almidón resistente, avena, semillas, frutos secos etc.) Con toda esta lista de deliciosos ingredientes, respetando siempre sus temporadas, queremos ayudarte a alimentar tus “bichitos buenos” de la forma más saludable, sencilla y rápida.