¿Sabías que existe un grupo de alimentos fascinante y muy antiguo que ha sido parte esencial de diversas culturas alrededor del mundo? 

Te presento a los fermentados. Un grupo de alimentos que ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus múltiples beneficios para la salud. En este post de blog te contaremos qué son, cómo pueden beneficiar al organismo y las diferentes formas de prepararlos e incluirlos en tu dieta. 

¿Qué son?

Los alimentos fermentados son aquellos que han pasado por un proceso de fermentación controlada, donde los microorganismos, como bacterias y levaduras, transforman los nutrientes presentes en los alimentos.

Esta transformación no solo añade sabores y aromas únicos a los alimentos, sino que también los hace más fáciles de digerir y asimilar por nuestro organismo. Además, estos alimentos fermentados son una excelente fuente de probióticos que, como dijimos en posts anteriores, son microorganismos vivos que pueden ayudar a mantener nuestro sistema digestivo en equilibrio y fortalecer nuestras defensas naturales. Vamos que los fermentados son considerados un tesoro culinario que puede contribuir significativamente al bienestar general.

¿Te animas a descubrir sus superpoderes? 

Beneficios para la salud.

Como bien hemos dicho antes, los fermentados tienen un papel fundamental en la salud como por ejemplo:

  1. Mejora de la digestión: Los fermentados son fáciles de digerir porque los microorganismos ya han hecho parte del trabajo por nosotros. Es decir, que nos ayudan a descomponer los alimentos de manera parcial facilitando la digestión y absorción de nutrientes. De esta forma conseguimos que nuestro estómago esté más feliz y estemos más cómodos después de comerlos.
  2. Aumento de la biodisponibilidad de nutrientes: Gracias a la fermentación, los alimentos se enriquecen con vitaminas y minerales esenciales que nuestro cuerpo puede asimilar más fácilmente. Un ejemplo sería que ayuda a la absorción de la lactosa. Te lo explico mejor. No te ha pasado que algunos fermentados, como el yogur, suelen ser más tolerables para aquellos que son sensibles a la lactosa. Esto es así gracias a las bacterias involucradas en la fermentación del yogur que ayudan a descomponer mejor este azúcar de la leche.
  3. Refuerzo del sistema inmunológico (y reducción inflamación): Los alimentos fermentados contienen probióticos, que son microorganismos beneficiosos para nuestra microbiota intestinal. Estos probióticos fortalecen nuestro sistema inmunológico al equilibrar la flora intestinal y promover una respuesta inmune saludable. Además, algunos fermentados contienen propiedades antiinflamatorias naturales y puede ayudar a reducir la inflamación del organismo.
  4. Apoyo a la salud mental: Existe una conexión entre nuestro intestino y nuestro cerebro, y los fermentados pueden influir positivamente en nuestro estado de ánimo y salud mental.
  5. Fuente de probióticos: Los alimentos fermentados están repletos de estos microorganismos buenos, los probióticos, que ayudan a mantener un equilibrio saludable en nuestra flora intestinal y fortalecen nuestro sistema inmunológico.
  6. Preservación natural de alimentos: Antes de la invención de refrigeradores, la fermentación era una forma inteligente de conservar alimentos sin necesidad de productos químicos.

 

¿Dónde los encuentro y cómo puedo incluirlos en la dieta?

  • Yogur: El yogur es un alimento fermentado clásico que se produce al fermentar la leche con bacterias probióticas. Es una excelente fuente de calcio, proteínas y probióticos beneficiosos para la salud intestinal.
  • Chucrut: El chucrut es una preparación de col fermentada, rica en fibra y vitamina C. Ayuda a promover la salud digestiva y fortalece el sistema inmunológico.
  • Kimchi: Es una mezcla de vegetales fermentados, especias y condimentos. Es conocido por su alto contenido en antioxidantes y probióticos, lo que favorece la salud intestinal y el sistema inmunológico.
  • Kombucha: Es una bebida fermentada a base de té endulzado con azúcar y fermentado por una colonia de bacterias y levaduras. Es una fuente de probióticos y antioxidantes, y se ha asociado con beneficios para la digestión y el sistema inmunológico.
  • Kéfir: El kéfir es similar al yogur, pero se elabora con leche y una combinación única de bacterias y levaduras. Estos microorganismos trabajan juntos para fermentar la lactosa, creando una bebida refrescante y rica en probióticos.
  • Miso: Es una pasta espesa hecha de soja fermentada con sal y, a veces, granos como arroz o cebada. Se usa comúnmente para hacer sopas y salsas, y proporciona enzimas y probióticos beneficiosos.
  • Vinagre: El vinagre se obtiene mediante la fermentación del alcohol presente en frutas, granos o azúcares. Las bacterias convierten el alcohol en ácido acético, lo que da al vinagre su sabor agrio y lo hace útil para condimentar y conservar alimentos.
  • Pan de masa madre: El pan de masa madre se elabora con una mezcla de harina y agua que fermenta gracias a las levaduras y bacterias presentes en la masa madre. La fermentación natural le da al pan un sabor más complejo y una textura más esponjosa.
  • Queso: El queso es el resultado de la fermentación de la leche mediante la adición de bacterias o levaduras específicas. Durante el proceso de fermentación, las bacterias convierten la lactosa en ácido láctico y coagulan la proteína de la leche, formando el queso.

En resumen, como puedes ver, vale la pena incluir alimentos fermentados en nuestra alimentación. Gracias a ellos podemos obtener beneficios significativos para la salud y contribuir a nuestro bienestar general. ¿Te atreves a experimentar con diferentes tipos de alimentos fermentados para disfrutar tanto de su peculiar sabor y de sus beneficios? Muchos de ellos pueden ser el complemento o postre perfecto para acompañar nuestros platos saludables a domicilio. Va, ¡anímate! Tu cuerpo te lo agradecerá.