En FreeFood al fan numero uno del ajo negro, a David. Siempre está investigando, leyendo y probando nuevos productos y el ajo negro es uno de ellos. 

En el post de hoy queremos compartir con vosotros un poquito de lo que sabemos sobre este curioso alimento ya que muchos lo consideran un antibiótico natural. 

¿Qué es exactamente?

El ajo negro se produce a partir de la fermentación natural del ajo crudo sin conservantes ni aditivos. Esta maduración es un largo proceso cuyo resultado es un ajo de color negro que incrementa entre 8-10 las propiedades del ajo fresco.

Estudios han demostrado que el ajo negro y sus compuestos bioactivos poseen una amplia gama de actividades biológicas y propiedades farmacológicas que pueden llegar a prevenir diferentes tipos de enfermedades. 

¿Cuáles son sus beneficios?

Como bien hemos dicho antes, las propiedades del ajo aumenta, entre 8-10 que las del ajo fresco, atribuyéndose pues los siguientes beneficios para la salud. 

  • Potente antioxidante (alto contenido en vitamina C, esencial para reforzar el sistema inmune)
  • Refuerza el sistema inmunitario (gracias a su función antiséptica y antibacteriana)
  • Regula presión arterial 
  • Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares
  • Es diurético
  • Protege el hígado 
  • Protege el sistema digestivo 
  • Fuente de aminoácidos esenciales (18/20 en total)

¿Cuál es su sabor?

El ajo negro no tiene nada que ver en cuanto sabor y textura si lo comparamos con el ajo fresco. 

La fermentación lenta del ajo consigue mitigar ese sabor fuerte que tiene el ajo natural consiguiendo una textura casi cremosa con un sabor dulce y afrutado que puede recordar a la regaliz o incluso al vinagre balsámico. 

¿Cómo consumirlo?

El ajo negro puede consumirse perfectamente ya que no se repite ni deja mal alimento, como ocurre con el ajo fresco. Por estas propiedades y por su delicioso sabor dulce  y afrutado tienen múltiples aplicaciones en la cocina. 

Hay personas que se lo toman a secas como una golosina, otras que lo utilizan para hacer aliolis, arroces o risottos, se introduce en caldos de invierno o incluso se puede llegar a untar en una rebanada de pan tostado. Te dejamos aquí un listado de recetas deliciosas con este mágico ingrediente.

¿Te animas a probarlo?