El nombre microbiota ya despierta interés solo con leerlo ¿Verdad? A mi personalmente, me parece apasionante intentar descifrar el origen de las palabras con la razón y la lógica. 

En este caso, la palabra microbiota viene del griego. “Mikros” significa pequeño y “bios” significa vida. Es decir, la microbiota hace referencia al conjunto de pequeñas vidas que habitan en nuestro cuerpo.

Hace unos días escuchamos un directo en instagram sobre microbiota de la farmacéutica y nutricionista Maria Real Capell. Nos gustó tanto que tomamos un montón de apuntes que nos han servido de inspiración para escribir este post de blog.  

María contaba que la microbiota “es un órgano de casi 2kg” de peso que está en contacto con el resto de órganos del cuerpo como el pulmón, cerebro e intestino entre otros. Por eso es tan importante cuidar a ese gran órgano ya que, si falla, se produce un efecto cadena perjudicial para el resto del cuerpo humano pudiendo llevar a la enfermedad.

Entonces ¿Qué tiene que ver la alimentación con la microbiota?

La Dra. Sari Arponen (Doctora en ciencias biomédicas experta en microbiota) insiste mucho en que en el intestino es donde se alberga más microbiota y por eso, a través de lo que comemos, la microbiota hace unas cosas u otras.  Y es que a través de nuestra alimentación y otros hábitos de vida saludables tenemos el poder de modular nuestra microbiota. Es importante ser conscientes del papel crucial que tiene la alimentación en este conjunto de pequeñas vidas.

Así que, si mantenemos a la microbiota fuerte con la alimentación, ésta se encargará de cuidar y potenciar al máximo las siguientes funciones:

  1. Digerir alimentos:
    • Gracias a la microbiota se pueden digerir algunos componentes de los alimentos que el organismo en sí no puede digerir y metabolizar por sí mismo. 
  2. Puesta a punto del sistema inmune. 
    • ¿Sabías que entre el 70-80% del sistema inmunológico depende del microbiota? Es muy fuerte, pero si te paras a pensar… El intestino es donde se alberga más microbiota. De ahí la importancia de la alimentación ya que ésta será un mecanismo de defensa (si la alimentación es buena) o un mecanismo perjudicial para nuestro sistema inmune. El efecto de fortalecer o debilitar nuestro sistema inmune, depende en gran parte, en la alimentación. ¿Es fuerte eh? 
  3. Regulación de la secreción de neurotransmisores intestinales, insulina y péptidos fundamentales para los procesos vitales. 
  4. Antagonismo microbiano. 
    • La nutricionista y farmacéutica Maria Real Capell lo explica de una forma muy sencilla. Dice que el intestino es como un cine. Las butacas están ahí y se llenan con el primero que compre la entrada. La clave es llenar esas butacas con bacterias buenas pues así las malas no tienen sitio y se tienen que ir del cine. Eso es el antagonismo microbiano y una microbiota óptima hace que ese cine se llene de bacterias buenas. En cambio cuando el cine se llena de bacterias malas ocurre lo que llamamos “disbiosis intestinal”.
  5. Producción de vitaminas: Como la vitamina K y la B12. Vitaminas fundamentales para el mantenimiento de la salud.  
  6. Regulación del metabolismo y balance energético.

¿Y cómo se mantiene sana y fuerte la microbiota?

Te vamos a presentar los mejores amigos de la microbiota:

  1. Movimiento y ejercicio. Si hay que practicar los dos y son diferentes e igual de importantes. Moverse (caminar, subir escaleras etc) y hacer ejercicio (secuencias pautadas, estructuradas que cuesta respirar cuando lo practicas)
  2. Descanso. Hace referencia a dos cosas importantes: Dormir bien por las noches y por otro lado tener una buena gestión del estrés y las emociones. Sabemos que es imposible vivir sin estrés, la clave es aprender a gestionarlo y llevarlo bien. 
  3. Combinación de fibras (con las temporadas) si comes de temporada aseguras esa rotación. Con el menú semanal de freefood podrás asegurar esa combinación de fibras y además tendrás una dieta variada en nutrientes, colores y sabores. 
  4. Evitar estreñimiento: Si hay estreñimiento aumenta el tránsito colónico y no queremos eso. Ya que esto provoca que las heces permanezcan más tiempo del necesario en el intestino grueso y se reabsorban más las sustancias tóxicas.
    • Recomendamos practicar ejercicio regularmente, mantener una buena hidratación, tomar fibra, no contenerse las ganas de ir al baño, una buena alimentación, evitar los alimentaos procesados y no saltarse comidas. Éstas son buenas formas de evitar el estreñimiento.
  5. Hidratación. El intestino es una mucosa y por tanto necesita agua para estar hidratado. Además es muy largo y no podemos matarlo de sed.
    • Tips para mantenerse bien hidratado: Beber agua (unos 8 vasos de agua al día aproximadamente), Ingerir alimentos ricos en agua (hay muchas frutas y verduras con un alto contenido en agua. Por ejemplo la sandía) y evitar el consumo de bebidas alcohólicas pues deshidratan.

Como puedes ver, la alimentación tiene un papel muy importante en cuidado, desarrollo y mantenimiento de la microbiota. Y en FreeFood somos conscientes de ello. Elaboramos nuestros menús pensando en esto, por eso no pasteurizamos nuestros platos. Además, muchos de nuestros menús son ricos en almidón resistente actuando así como efecto prebiótico para ti. Todo esto lo conseguimos con técnicas culinarias sencillas y envasando al vacío nuestros platos. Si quieres saber más puedes leer nuestro post de blog sobre los beneficios de la cocina envasada al vacío.

FreeFood se encarga de cuidarte a través de una buena alimentación facilitándote este proceso con platos preparados, saludables y deliciosos. Buenos para ti y buenos para el planeta ya que nuestros envases compostables. Eso sí, del descanso, el movimiento y de la hidratación corre por tu cuenta. ¿Trato hecho?