Proceso

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  1. Pela y corta en cubitos muy pequeños la cebolla. Calienta el aceite de oliva en una sartén caliente y sofríe la cebolla.
  2. Al mismo tiempo, pica las nueces con un mortero, minipimer o robot de cocina.
  3. Cuando esté dorada la cebolla agrega los copos de avena y las nueces picadas, la pimienta y la nuez moscada. Saltea unos tres minutos aproximadamente para que se tueste un poco la avena y vierte el caldo. Mezcla bien. Cocina unos 10 minutos más removiendo, añade la sal.
  4. Pasa la salsa por un minipimer para que te quede una crema suave. Prueba y rectifica de sal si es necesario. Reserva.
  5. Paralelamente, prepara las verduras. Lava bien el brócoli y elimina la base fea. Pela el tronco y corta en trozos de 0’5cm. Corta el resto de brócoli en arbolitos. Cocina al vapor o escalda 3 minutos en agua hirviendo. Escurre y enfría con agua congelada para que corte la cocción y mantenga el color verde bonito.
  6. Lava muy bien la zanahoria porque no vamos a pelar, siempre y cuando sean ecológicas y estén bonitas. Elimina los extremos. Corta en cubitos de 1x1cm. Reserva.
  7. Pela y corta la cebolla en cubitos también de 1x1cm.
  8. Distribuye la zanahoria y la cebolla en una bandeja para horno. Añade un chorrito de aceite de oliva y masajea para que se impregnen bien las verduras. Hornea a 180ºC unos 20 minutos. 
  9. Mientras se asan las verduras, corta el pollo en cubos o en tiras, como guste. Saltea en una sartén hasta que dore y quede hecho y tierno. Añade si quieres ya la bechamel de avena y nueces. Deja que se cocine unos 5 minutos para que coja gusto. También puedes dejar la salsa aparte y que cada uno se sirva la cantidad deseada.
  10. Emplata. En un lado del plato distribuir las verduras y justo al lado el pollo con la salsa. ¡Qué aproveche!

  • Otro plato saludable en el menú de la semana de freefood. Una combinación de proteína con una salsa de bechamel muy original y sabrosa, acompañado por unas verduritas asadas.

    Presentamos una nueva versión de bechamel sin gluten y sin lácteos a base de avena, nueces, cebolla y caldo de verduras o de huesos. Es una receta realmente sencilla, y para economizar escogemos copos de avena en vez de harina de avena. 

    ¿Te animas con este plato?