Desde freefood creemos en llevar una vida saludable y apoyamos esta manera de vivir con la venta de productos ecológicos sin gluten y de temporada, y la creación de recetas innovadoras que nosotros mismos cocinamos para todas aquellas personas que quieren llevar una alimentación sana, equilibrada y de calidad.

Para este proyecto, la familia freefood sigue creciendo y es, por ello, que hace poco más de un año entré a formar parte del equipo. Me llamo Marta Miravet Verde y llegué con muchas fotos bajo el brazo. Esa era mi carta de presentación. Y también con una gran ilusión por formar parte del equipo freefood y poder contribuir al desarrollo de este proyecto que es, sobre todo, vital.

En este tiempo, he podido contribuir al proyecto freefood. Tengo gran habilidad para el trato con el público, la alimentación y la cocina, puntos fundamentales para disfrutar de mi trabajo en el día a día. Y, además, me gusta mucho la fotografía. Desde freefood, sabemos la importancia de transmitir nuestra esencia a las personas que quieren probar nuestras recetas. Es por ello que empecé a hacer fotos de los productos a los pocos días de unirme al equipo, cuando me di cuenta del paraíso alimenticio en el que estaba.

Marta haciendo fotos en freefood

Recuerdo que la primera foto se la hice a una cajita de fresas del Maresme. Me salió de forma espontánea, sin pensar demasiado, simplemente me parecía imposible no captar y compartir el color y la textura de las fresas. Y así cada tarde encontraba alguna imagen de ese paraíso que merecía ser guardada.

Entonces, al unir la fotografía con la comida saludable descubrí que llevarse trabajo a casa podía ser una delicia. Siempre me ha gustado cocinar pero estar en la tienda me enseñó a dar valor al antes y al después de un plato. Así que fotografiaba los ingredientes de los packs, luego el resultado cocinado y aprendí que la pasión por la cocina empieza por el alimento en sí mismo.

A la vez recibíamos en la tienda nuevas frutas y verduras, y despedíamos a otras (la maravilla de trabajar con producto de temporada). Melocotones, foto. Tomates, foto. Foto. Foto. Un trocito del paraíso freefood en una imagen, en un color, en el contraste entre mil tonos de verde.

Acabé de enamorarme de freefood el primer día que acompañé a Marina en cocina, quien inició junto con David freefood. Entendí cómo, a través de nuestros platos preparados, podíamos compartir un pedacito de nuestra esencia, la de una alimentación real, ecológica y sencilla, en la que creemos como forma de vida.

¡Cómo no iba a capturar esa imagen! Platos reales, sin artificios, tal y como querrías comértelos. Tal y como queremos compartirlos contigo.

¿Puede atraparse la alimentación freefood en una foto? Hay veces que creo que lo consigo y otras no tanto, pero tengo la suerte de que me encanta intentarlo. Ponerse frente a un plato sabiendo lo que hay detrás (una receta pensada al detalle, unos buenos ingredientes escogidos con mimo y muchas horas de cocina compartida) e imaginando la historia del freefooder que va a disfrutarlo.

Marta nos ayuda en la cocina de freefood

Siempre miro, miro mucho. A veces como si se tratara de un cuadro: sólo colores, contrastes y texturas.¡Es lo bueno que tiene cocinar cosas bonitas! Otras basta con mover un ingrediente unos milímetros o cerrar los ojos dos segundos. Pero cuando entras en el pequeño paraíso que es cada plato… ¡Esa es la foto!

Así que cada semana en nuestra web te esperan ocho fotos que son más que fotos. Ocho platos que son más que platos. Son invitaciones a nuestra manera de vivir la alimentación, de disfrutarla y de compartirla.

Tus invitaciones al paraíso. ¡Bienvenido a freefood!