Realizar actividad física es uno de los pilares principales para llevar un estilo de vida saludable.

Se recomienda mantener el cuerpo en movimiento por lo menos 3 veces a la semana ya sea con una actividad específica (deporte, entrenamiento, etc) como tareas de la vida cotidiana (caminar para ir a buscar el transporte público, subir escaleras, usar medios de transportes como la bici, ir en skate o en patines…). Debemos procurar que sea rutinario y a largo plazo para ver efectos positivos en nuestra salud e ir adaptando nuevos hábitos saludables. Es recomendable realizar todo el año algún tipo de deporte acompañado de una buena alimentación.

Pero…. ¿Cuáles son los efectos positivos del deporte en nuestro cuerpo?

  • A nivel cardíaco mejora la capacidad del corazón para bombear sangre al cuerpo.
  • Hay una mejor irrigación de los órganos como riñones, hígado, corazón, etc. Al tener un mejor funcionamiento disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles.
  • Mantiene la movilidad y flexibilidad articular.
  • Aumenta el metabolismo y llega más oxígeno a todo el organismo mejorando su funcionamiento.
  • Ayuda a preservar el colágeno de la piel.
  • Libera hormonas como las endorfinas que mejoran nuestro estado de ánimo.

Ya sabes que cuidarte va de la mano con mover tu cuerpo pero al llegar el verano y las altas temperaturas debemos ser precavidos y tener en cuenta ciertas cosas a la hora de hacer deporte, ya que podemos sufrir ciertos daños.

En verano ¿qué riesgos puedo tener si no realizo ejercicio a conciencia?

  • Deshidratación
  • Lesiones
  • Baja de presión
  • Exposición solar alta
  • Golpes de calor

Por eso queremos ayudarte a través de una guía práctica de 4 básicos para que tengas en cuenta:

  1. HIDRATACIÓN: es muy importante que antes, durante y después de la actividad física te mantengas bien hidratado. Recomendamos como líquido principal agua sino bebidas deportivas (que contengan sales para rehidratación). Mínimo 2 litros por día.
  2. ROPA Y CALAZADO ADECUADO: en verano apostar por prendas ligeras transpirables para regular la temperatura corporal. Procura utilizar un calzado adecuado para evitar lesiones.
  3. PROTECCIÓN SOLAR: por lo general en verano realizamos deporte al aire libre, es importante que cuides tu piel con protección solar (mínimo 30 UV), que sean resistentes al sudor. Acompaña con una gorra para evitar golpes de calor.
  4. ALIMENTACIÓN: es clave que realices una alimentación completa antes y después del ejercicio. Recomendamos alimentos livianos, ricos en agua, hidratos de carbono, proteínas frutas y verduras. Evita las comidas copiosas y muy pesadas para no sobrecargar al sistema digestivo.

Dentro los principales alimentos recomendamos frutas de estación (melón, sandía, melocotones, cerezas, fresas, ciruela, higos, moras, etc), vegetales (lechuga, tomates, calabacín, pepino, berenjenas, pimientos). A demás incluye cereales en grano, legumbres y proteínas magras como carne de ternera, pollo, pavo y pescado.

¡¡Así que ya sabes!! A mover tu cuerpo con responsabilidad y come sano a través de nuestro eco-market y opciones de menú saludable de la semana.