Ya estamos en la estación del color.
La primavera abarca desde finales de marzo hasta finales de junio. Y con ella llegan muchas frutas de temporada que duran unas pocas semanas y después desaparecen hasta el año siguiente: las fresas, las cerezas, los melocotones, las nectarinas, los paraguayos, las platerinas, los albaricoques, la sandía o los melones. ¡Hay que aprovechar!
Desaparecen los clásicos cítricos de invierno (las mandarinas, las naranjas o los kiwis) para dejar paso a las fresas, una fruta con un gran contenido en vitamina C, minerales y ácido fólico que podemos comprar durante toda la primavera. Además, las fresas ayudan a paliar la retención de líquidos y mantienen la piel sana.
Otra de las frutas estrella para la temporada de primavera son las cerezas. Este fruto rojo suculento y carnoso. Es una fruta con importantes propiedades antioxidantes por los pigmentos rojos que contiene. Tiene un gran aporte de fibra, proteína vegetal e hidratos de carbono.
Los primeros albaricoques, melocotones y nectarinas aparecen en primavera. Se trata de unas frutas ricas en potasio, como los nísperos. Comparten un aspecto amarillo y naranja que nos dejan entrever que son ricos en carotenoides, un pigmento que se encuentra dentro de las células vegetales de muchas frutas y hortalizas, y es antioxidante y muy bueno para la piel. Tienen, también, un alto contenido en agua y fibra.
Otra de las frutas, menos común, pero muy dulce son los paraguayos. Estos son parecidos a los melocotones por tener en su composición carotenos, pero en este caso tienen propiedades antioxidantes y anticancerígenas.
Encontramos a medio camino entre la nectarina y el paraguayo una fruta que es la platerina. ¡Una fruta muy escondida en las fruterías, pero riquísima! Se trata de una fruta que tiene forma de paraguayo, pero con la piel de la nectarina. Es una fruta muy dulce y jugosa. De la misma manera que el melocotón, la nectarina y el paraguayo, contiene carotenos, es antioxidante y digestiva. Tiene un alto contenido en vitamina A y vitamina C, y ayuda a mantener fuerte el sistema inmunológico.
Otra fruta menos conocida que la mayoría de las que hemos hablado es el níspero. Tiene un alto contenido en potasio y sodio. Se utiliza en dietas por su bajo contenido calórico. Es diurético y ayuda a combatir el colesterol alto.
Y llegan dos de las frutas más esperadas durante todo el año: los melones y las sandías.
El melón tiene un alto contenido en vitamina A y E, y una gran cantidad de agua. Es una fruta muy diurética y saludable, además de ser laxante y prevenir la aparición de cáncer.
La sandia, una fruta aguosa por naturaleza, que nos salva en verano del calor sofocante, tiene una gran cantidad de vitaminas y minerales. Tiene efecto antioxidante y mucha fibra.
Después de este repaso a las frutas más comunes que aparecen en primavera, ¿no sabes por cuál empezar?
No todas las frutas de primavera llegan a la vez. Algunas son más tardías que otras.
La fruta que podemos encontrar ya en marzo son las fresas y después los nísperos. Tendremos que esperar hasta mayo y junio para empezar a ver las cerezas, los melocotones, las nectarinas, los paraguayos, los albaricoques y las platerinas.
Y las frutas que se nos resisten (dicen que lo mejor siempre se reserva para el final) son el melón y la sandía que se encuentran en las fruterías entre la primavera y el verano, y ya nos acompañan durante toda la temporada de verano.
Seguro que después de este artículo, te han entrado ganas de ir a nuestra frutería donde tenemos toda la fruta de temporada. ¡Disfruta de los frutos que nos da la naturaleza!
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