La alimentación ecológica y los productos ecológicos están cada vez más presentes en nuestros día a día y ya no es tan complicado tener acceso a ellos. Pero ¿sabrías decir a qué nos referimos cuando hablamos de alimentación ecológica?
Vamos a intentar explicarlo de forma sencilla. Según el diccionario de la RAE, algo ecológico es aquello realizado u obtenido sin emplear compuestos químicos que dañen el medio ambiente. Y nosotros añadiríamos, como consecuencia, que tampoco dañarán nuestro organismo.
Gran parte de la agricultura no ecológica está supeditada a una forma de consumo brutal y, para hacer frente a la demanda de producto y ser más competitivos, desde hace décadas se recurrió a determinados productos químicos –sobre todo pesticidas– que hacían que las cosechas fueran más abundantes sin tener en cuenta las consecuencias.
Lo que diferencia a la agricultura ecológica –también conocida como orgánica– es que se prohibe la utilización de fungicidas, plaguicidas y otros compuestos químicos ni se utilizan organismos modificados genéticamente. En contraposición, se evita la contaminación medioambiental y respetan el ciclo fértil de la tierra.
En el mercado, los productos realmente ecológicos deberán estar identificados con un etiquetado homologado por la Unión Europea, así que los reconoceréis rápidamente.
¿Qué beneficios tiene la alimentación ecológica?
Además del beneficio para la tierra que hemos explicado antes, consumir productos ecológicos es una garantía porque sabes que esas frutas, verduras, carnes, lácteos, etc han pasado unos controles estrictos que te aseguran que lo que vas a comer no te hará daño ni a corto ni a largo plazo. Pero escoger la alimentación ecológica también es una filosofía de vida, ya que ayudas a las zonas rurales conservando su entorno y participas en un cambio en el consumo: si escoges productos ecológicos y además de proximidad, el canal de comercialización es más corto –menos intermediarios, es decir, más beneficios económicos para el producto; y menos transporte que significa menos contaminación.
Otro aspecto que nos hace decantarnos por la alimentación ecológica es que cada alimento tiene el sabor que le corresponde, es decir, los tomates saben a tomates, por ejemplo, no solo tienen aspecto de tomates.
En nuestro ecomarket solo encontraréis productos ecológicos, tanto frescos –fruta, verdura, quesos, frutos secos…– como envasados –legumbres, bebidas, pasta sin gluten, encurtidos… Echadle un vistazo y empezad a incorporar productos eco en vuestra alimentación, vuestro cuerpo y nuestra Tierra os lo agradecerán.
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