Todavía queda mucho por hacer y es necesario una implicación a nivel global, pero es cierto que en los últimos años hemos visto un aumento positivo en la conciencia social sobre el cuidado del medio ambiente y la posibilidad de vivir en un entorno que se preocupe de la sostenibilidad. Aquí te proponemos pequeñas acciones que todas las personas podemos realizar en nuestro día a día y que marcan la diferencia:

1. Cuando hagas la compra para tu hogar elige bolsas de papel o de tela para guardar los productos. Las bolsas de plástico tardan años en degradarse y contaminan mucho más. En las tiendas con opción de venta a granel, por ejemplo, puedes llevar tus recipientes de cristal y rellenarlos, así nos vamos acercando al residuo 0. En el ecomarket de freefood lo puedes conseguir.

2. Desconecta los aparatos electrónicos cuando no los utilices. La televisión, microondas, ordenadores, videojuegos y demás electrodomésticos consumen energía incluso cuando no están en funcionamiento. Desconectarlos es una forma de cuidar el medio ambiente y de la economía de tu hogar.

3. Ahorra agua. Disminuir el consumo de agua es más sencillo de lo que parece. Pon un cubo o una regadera en la ducha para dejar correr el agua fría hasta que salga a la temperatura que te guste. En vez de malgastar toda esa agua, aprovéchalo para regar las plantas o para fregar. Otra manera de ahorrar agua es con duchas cortas, que no duren más de 10 minutos, y poner la lavadora con la carga completa. Se acabó eso de hacer una lavadora solo con un pantalón y una camisa. Cuando te cepilles los dientes, cierra el grifo y no dejes correr el agua.

4. Recicla. Separar los residuos que se generan en tu hogar es la mejor forma para disminuir el impacto en el medio ambiente. Separar los residuos permite reutilizar y reutilizar ayudando a no generar tanta basura.

5. Opta por la luz natural siempre que sea posible, o en su defecto, por luces LED. Este tipo de bombillas son de bajo consumo energético, iluminan igual que las tradicionales y representarán un ahorro para tu bolsillo.

6. Haz la compra de manera consciente. Mejor si compras producto fresco –verdura, fruta, carne, pescado, embutidos…– que no venga ya envasado en plástico y que sea de proximidad. Cuanto más cerca esté el productor de los alimentos menos combustible gastará para el reparto y menos contaminará. Y no solo se limita al consumo de alimentos. Ya tenemos en el mercado varias opciones de champús sólidos, por ejemplo, e incluso tiendas especializadas en productos de higiene y limpieza que se venden a granel y con los que podemos empezar a consumir menos recipientes de plástico.

7. Los productos de higiene femenina, además de ser caros, son muy contaminantes. Cada vez es más normal el uso de la copa menstrual y de compresas de algodón que no son de usar y tirar. También existen en el mercado braguitas menstruales para ir desterrando de nuestros cajones los salvaslips y compresas.

8. Reparar y reutilizar. En vez de tirar la ropa que no te pones, existe la opción de donarla o revenderla, de darle una segunda vida útil. Lo mismo pasa, por ejemplo, con los pequeños electrodomésticos u objetos que dejan de funcionar, seguro que la gran mayoría se pueden reparar y así no se pasarán siglos en vertederos.

El cuidado del medio ambiente es más sencillo de lo que crees. Solo tenemos que cambiar nuestros hábitos y poner todos nuestro granito de arena. Solo tenemos un planeta y está en nuestras manos cuidarlo.